Introducción
Es domingo por la tarde. Yo estoy sumergida en Internet. David me reclama ante el televisor: El canal temático de viajes emite un documental relativo a unas islas poco pobladas, batidas por el viento. Vemos juntos lo que queda de emisión y quedamos atrapados: Éste tiene que ser nuestro próximo destino vacacional. Post-pondremos lo que ya habíamos estado esbozando durante estos dos meses.
– ¿Dónde están estas islas?
– En Escocia.
– Bien, ahora mismo me informo.
En realidad el documental forma parte de una serie muy sugerente, con capítulos dedicados a islas de Gran Bretaña. ¡Cuánto mundo interesante queda por ver!
Escocia cuenta con tres grandes archipiélagos:
– Al norte, las Órcadas (u Orkney). Archipiélago compuesto por 70 islas, de las cuales 20 están habitadas.
– Todavía más al norte, a la misma altura que Bergen (Noruega), las Shetland. Constan de 100 islas, de las que 15 están habitadas.
– Al oeste, las Hébridas. Son 400 islas, de las que unas 100 están habitadas. Se agrupan en Hébridas interiores (más cercanas a tierra firme, por llamar de algún modo a la gran isla que es Gran Bretaña) y Hébridas exteriores (a su oeste ya sólo hay agua hasta el Canadá…).
En el reportaje televisivo se desarrollan historias en algunas islas de los 3 archipiélagos.
Pero nosotros vamos a tener que elegir dónde centrar nuestro viaje, sólo dispondremos de 25 días. De los que debo descontar 8 para la ida y vuelta, cruzando Francia e Inglaterra.
Y esa decisión es la que me ocupa durante un par de meses. Leo y leo. Pregunto. Me pregunto. Martilleo a David con la duda.
Y finalmente (aunque con dolor), elegimos.
Somos grandes amantes del norte, nos atraen y mucho las Shetland. Ya me he procurado un libro que describe 80 caminatas por ellas….PERO hay que reservar los ferries con tiempo. No podemos improvisar. Y temo que el azar pueda destinarnos varios días consecutivos de lluvia. Que nos aburramos de contemplar a los simpáticos frailecillos en sus acantilados, a través del parabrisas de la autocaravana, encerrados, jugando al parchís en aquel paraíso natural del senderismo.
O sea que elegimos Hébridas. Son muchas islas, variadas, y con un clima menos extremo. Una opción más conservadora. Con más alternativas al senderismo para los días de lluvia (o «wet days»).
El siguiente paso consiste en definir qué islas concretas deseamos visitar.
Inicialmente creo poder destinar 3 días por isla. Por lo tanto, elegiríamos unas 5 islas.
Afortunadamente, uno de los libros que leo contiene una pequeña frase que me deja huella: No habría que «coleccionar islas, saltando de una a otra» (island hopping), sino disfrutarlas y destinar más días a menos islas que las previstas inicialmente.
Cierto, 3 días por isla significaría 1 día de ferry por 2 días de visita. Un auténtico estrés.
Por otro lado, Xènia (se va haciendo mayor) formula su propia petición particular:
Desea visitar Londres y ver el Big Ben.
Clara (Familia Telerín) me había hablado muy bien de Applecross, población y península de la costa oeste de las Highlands. Doy con la exquisita página de fotos de Torridon y Shieldaig de Steve Carter, y me emociona (imposible no hacerlo). Definitivamente quiero dedicar unos días a esa zona.
Pocos días antes de partir, en Facebook aparece una noticia publicada por un grupo de viajes a Escocia, relativa a los Cowal Gathering Games. Son unos juegos internacionales de las Highlands, en los que participan atletas y bandas de gaiteros del Canadá, Australia, Nueva Zelanda, etc. Reúnen a 2.100 gaiteros. Se celebran en Dunoon el último viernes y sábado de agosto, por lo que puedo forzar que encajen en nuestra ruta.
Y según retoco la ruta de regreso, para incluir Dunoon, veo que podemos recorrer la orilla del Loch Ness, lo que inicialmente había desestimado. Una vez en Escocia, las niñas muestran gran interés por Nessie, por lo que habrá que dar algo más de protagonismo a esta etapa.
Tras algunos vaivenes, inclusiones y recortes decidimos este reparto:
– 5 días para el viaje de ida (incluye parada en Londres),
– 6 días para la isla de Mull (Hébridas interiores),
– 5 días para las islas Uist (Hébridas exteriores) con regreso a través de la
isla de Skye,
– 4 días para la península de Applecross,
– 1 día para el festival de Dunoon, y
– 4 días para el viaje de regreso (incluye visita al Loch Ness).
Con todo ello decidido, compro los billetes de ferry: Tanto el Dunkerque-Dover ida y vuelta (encuentro lo que me parece un buen precio con Norfolkline, ahora DFDS Seaways), como los ferries entre islas, operados por Caledonian MacBrayne, CalMac para los amigos (durante los periodos vacacionales se agotan las plazas y se recomienda comprarlos de antemano).